Crees que no estoy harto de esto, de escuchar tus reclamos, de que me desprecies como si fuera un simple monstruo sin alma, de que me castigues por no se como los demás, que me mires como si no fuera nada... Tu crees ser la única que te amarras a una vida, a un destino sin futuro. Mi alma siempre a caído en la desgracia y me amarga saber que solo seré olvidado en las sombras, que soy una simple alma sin perdón y la cual nunca obtendrá la paz, nunca podré redimirme de todo lo que he hecho, para mi nunca habrá una palabra amable de perdón. Sin embargo, tu esta ahí y no ves que una esperanza tienes en tus manos, no ves que tú puedes cambiarlo todo, que si decides bien todo puede cambiar... Yo seré un Demonio, un monstruo que tuvo esta vida sin elección, al que arrastraron a esta situación, pero tu resultas ser una tonta humana, ciega y la cual si puede elegir, pero su tontería te seguirá cegando, abre los ojos de una vez, mira todas las posibilidades que la vida te está brindando...
La joven apretó el collar con fuerza que traía en su cuello al escuchar las frías palabras de aquel Demonio, palabras que la hacían estremecerse. Eran ciertas, pero no querían ser escuchadas por su corazón, se negaba a creer lo que aquel ser le estaba diciendo. Sin embargo el Demonio seguía frente a ella dándole la espalda, cansado y harto de seguir despierto en su pesadilla, aburrido de lidiar con tontos mortales que tenían todo en sus manos para poder lograr todo lo que se propusieran.
––No quiero seguir siendo una sombra. Quisiera cerrar los ojos y que ellos dejaran de torturarme. Quiero que de una vez por todas esto llegue a su fin. Lo necesito.