Pasa tiempo y todo sigue igual,
la tristeza sigue siendo mi compañera,
la soledad se ha adueñado de mi alma,
tiñiendo todo de color negro,
mi corazón intenta resurgir de sus cenizas;
pero todos los esfuerzos son inútiles,
ya nada es capaz de devolverme la sonrisa,
ya nada me hace feliz.
Siento que ya nada tiene sentido,
que ya todo da igual,
que no tengo lugar en este mundo,
que si yo faltara nadie me extrañaría,
nadie me echaría en falta,
me siento como un ser insignificante...
Miro mis venas y pienso en cometer una locura;
pero de qué serviría?con ello no arreglaría nada,
el sufrimiento y el dolor seguirían ahí,
seguirían siendo mis compañeros,
de nada serviría...
porque eso no me devolvería
ni la sonrisa, ni la felicidad.
Una y mil veces me pregunto
que hago yo en este mundo
y mi única respuesta es el silencio,
un silencio que deja un gran vacío en mi,
me siento perdida en un mundo
demasiado cruel y materialista,
no soy capaz de encontrar mi lugar en él,
soy como un cero a la izquierda,
un ser tan insignificante que...
que aunque desapareciera no cambiaria nada,
el mundo seguiría siendo igual,
todo seguiría como si nada ocurriera.
Hoy es uno de esos días
en que todo me da igual,
en que me dan ganas de acabar con todo,
de por fin dejarme llevar
por el sueño eterno,
y así poder dejar de sufrir,
dejar de llorar día tras día,
de librar al mundo de un alma
que ya no encuentra ningún motivo
para seguir adelante,
para luchar por su vida...
sería la solución más fácil;
pero también la más cobarde...
y si algo no soy es una cobarde;
pero a veces me parece la única salida,
la muerte parece la opción más apetecible,
la única salvación para mi alma herida....