– ¿Realmente existe el infierno?
– ¿El infierno?... El infierno lo llevamos nosotros mismo. Nuestra mente, nuestra consciencia, nuestra vida... No hay peor tortura que la que lleva nuestra alma cada día... Si existiera un infierno, yo diría que ya nos encontramos en él. ¡Mira!.. Mira a los ricos como se sientan en la plaza de la ciudad para alardear su fortuna. Creen que son felices, superiores, que el dinero los hace mejores. Pero, ¿qué vida llevan? ¿Qué temor tiene su alma? Simplemente puede venir otro y arrebatarle por lo que tanto lucho en la vida, y una vez que no lo posean, ¿qué le quedara?, nada... No voltearan a mirarlo aquellos que lo alaban por su fortuna y en la miseria quedara. Sin embargo, si atesora bien su dinero y ningún hombre logra arrebatarle su fortuna, entonces asegurara bien su futuro, pero los que lo busquen será para su desgracia y tendrá muchos dolores de cabeza debido a su riqueza y no será feliz. Y aquellos que no posen nada, continuaran mendigando en las calles por lo que a otros le sobran en la mesa...
–Maestro... ¿qué infierno carga usted?... no es el del rico y tampoco el del pobre... ¿cuál es?
–El infierno que yo cargo no me abandonara ni en mi muerte, ni mientras viva... Pequeña...
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