martes, 13 de abril de 2010

.- Odio (1ª Parte) -.


Cómo he llegado a esto… Cómo permití que convirtieras mi vida en un infierno… Cómo fuiste capaz de tratarme así como si mi vida fuera menos importante que la tuya… Cuándo te convertiste en mi verdugo… Cuándo pasaste de ser un tierno corderito a vestir el traje del diablo… Cómo no pude darme cuenta que noche tras noche dormía con mi peor enemigo…

Tantas preguntas que me hago una y otra vez inútilmente porque no logro encontrarles una respuesta… Quizás mi amor por ti en aquellos días me cegó de tal forma que no podía ver la realidad… O las dulces palabras que usabas para arreglar las cosas o para convencerme de lo que tu decías era cierto y lo correcto… Qué ciega estaba…

Intentaba levantarme y tú de nuevo estabas a mi lado impidiéndome hacerlo, no me permitías avanzar, sólo querías hundirme para que no tuviera fuerzas para alejarme de ti. Como siempre estabas hundiéndome, haciéndome débil, consiguiendo que quisiera rendirme, darme por vencida otra vez más...


Pero... NO... Se acabó... estoy harta de estar a tus pies, de ser para ti tan sólo un juguete que puedes tirar cuando te aburres de él, esta vez la oveja se comerá al lobo, ya no volverás a utilizarme, hoy por fin rompo las cadenas que me ataban a tu piel.

Hoy el diablo se ha aparecido ante mí, me ha propuesto joderte la vida, que oportuno ya que eso es precisamente lo que quiero lograr, es como si hubiera oído mis plegarias noche tras noche desde aquel fatídico día; pero ahora después de tanto tiempo para qué le necesito si conozco tus puntos débiles? si sé cómo hacerte sufrir, cómo torturar tu alma lentamente?

En la oscuridad de mi cuarto preparo las armas, la batalla está a punto de empezar y te juro que esta vez tú saldrás vencido porque me cansé de ser tu víctima, esta vez me defenderé con uñas y dientes, por fin así podré hacerte pagar todo el daño y el mal que me has hecho, esta vez serás tú el que quiera rendirse, el que no quiera seguir viviendo con tanto sufrimiento.

Te arrepentirás, juro que pagarás por cada lágrima, que noche tras noche me has hecho derramar, por cada lágrima derramada por tu crueldad, por ignorar mi dolor y mi sufrimiento burlándote siempre con una fría sonrisa.

Juro que convertiré cada instante de tu vida en un infierno... lograré que quieras arrastrarte como la cruel y vil serpiente que eres para llegar a mí y suplicar e implorar por tu miserable vida, para que el dolor y el tormento cesen por siempre, para que acabe de una vez por todas con tu insignificante vida...

No tendré compasión como tampoco la tuviste tú, jamás te compadeciste de mí, no te importó en esos momentos ver brotar de mis ojos lágrimas cargadas de miedo y dolor, así que yo tampoco pienso mostrar piedad o compasión no volveré a ser débil, no volveré a escuchar tu voz, no dejaré que de nuevo me convenzas con dulces palabras, mi corazón es inmune a cuanto puedas decirme, se cansó de tus mentiras, jamás volverá a creerte.

Esto no es un aviso es una promesa, juro y prometo ante el cielo y el infierno que haré de tu vida una auténtica pesadilla pagarás por todo, lo haré cueste lo que me cueste y aunque ello me lleve toda la vida, porque cuando consiga destruirte por fin mi alma podrá descansar tranquila y en paz para siempre, así podré de nuevo ser feliz.

Juro que lo haré, no te librarás tan fácilmente... No esta vez no… Nada ni nadie podrán salvarte, es demasiado tarde para ti, el destino ha barajado las cartas y te ha tocado perder… No tendrás escapatoria… Tu destino está sellado… Y yo seré tu verdugo…

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