sábado, 24 de abril de 2010

.- Recuerdos -.


Con pluma y papel en la mano
mirando a ese cielo estrellado,
sentí el correr de mis lágrimas
que llenas de dolor, lentamente,
por mis mejillas, iban resbalando,
pretendía, escribir una carta de amor,
más sólo escribí dos palabras: TE AMO.

Recordé entonces aquella triste y oscura noche,
aquella en la que desperté llorando,
con una angustia profunda y el corazón destrozado.

Desperté sabiendo que jamás provaría
el dulce sabor de tus labios,
que nunca sentiría, rodeándome
el suave calor de tus brazos,
que no podré perderme en la serenidad de tus ojos,
ni robarle a tu corazón, su secreto más preciado.

Aquella noche descubrí
que tú eras la única razón de mi vida
y la causa de este inmenso sufrir,
de las lágrimas que siguen brotando
desde lo más profundo de mi corazón,
por haberle jurado a un sueño imposible, tú,
un fiel, silencioso y eterno amor.

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