viernes, 23 de abril de 2010

.- Si pudiera ... -.


Noches y días envueltos en lágrimas,
tristeza y melancolía ahogan a mi corazón,
que con cada latido va perdiendo su fuerza
al saber que jamás conseguirá tu amor.

¡ Si pudieras sentirlo cuantos estás a su lado,
palpitando fuertemente, lleno de gozo y de vigor,
sin tú saberlo le arrancar sonrisas,
lo liberas de su miedo y su temor !

¡ Si pudieras sentirlo cuando te alejas
muriendo con un lento palpitar, marchitándose,
se borra fugaz su sonrisa,
se apodera de él el dolor !

¡ Si supieras lo que él siente
las veces que ha reído en tus alegrías,
que ha llorado en tus desgracias.
Si supieras lo que él sufre,
las veces que ha derramado lágrimas por ti ... !

... quizás sin yo saberlo,
le pasa lo mismo a tu corazón ...
¡ NO ! ... Esperanza vana, muere ya,
no hagas que crezca esta imposible ilusión.

.- Tú -.

Cuando llega la noche con su silencio,
ahí apareces tú, en mis sueños,
primero me miras, luego me hablas,
tu voz es tan dulce, tu mirada tan cálida,
primero me robas el corazón, luego el alma.

Cuando llega la noche, los recuerdos me atrapan,
cierro los ojos y veo tu mirada,
me pongo a soñar y escucho tus palabras,
te busco pero no te encuentro
y cuando lo hago, de nuevo te pierdo.

Cuando llega la noche caen mis lágrimas,
tú, deseo prohibido, yo, corazón herido,
miedo a perderte sin ser mio.

Cuando llega la noche siento frío,
tus ojos se clavan en los míos,
tu voz dulce, tu mirada cálida,
tus palabras una dulce y sincera melodía
y cuando llega el día,
se rompen los sueños y como la noche
desapareces....

.- Corazón -.


Corazón cuando le veas esconde tus lágrimas,
llora en silencio lo mucho que le amas,
cuando le oigas no me obligues
a levantar la mirada,
que no soportaría mirarle a los ojos
sin que de mis labios
un te quiero se escapara.

Cuando se acerque
corazón te suplico, calla,
no grites su nombre con tanta fuerza,
porque no te va a servir de nada,
consumirás sin más tus energías,
marchitando lentamente la esperanza.

No veas, corazón amigo,
que ya una flecha de cupido
en el suyo lleva clavada
no ves, corazón amigo,
que ya tiene dueña su alma.

No sigas soñando con algo
que sabes que nunca podrás alcanzar,
te aconsejo ahora mi triste amigo,
que por el sendero del olvido
comiences solitario a caminar
y quizás si lo quiere el misterioso destino,
a otro corazón herido en el camino encontrarás
y fundiéndose en un sólo latido,
juntos volveréis fuertemente a palpitar.